lunes, 21 de enero de 2008

[Escrito existencialista #2]

[Foto1: Yo en el 2004 a los 16 años]
[Foto2: Yo en el 2005 a los 17 años]
[Foto2: Mi primer foto decente del 2008]



Hoy es uno de esos días,
en los que el viento al entrar por mi ventana, entre otras cosas más del ambiente como la luz, me traen) una sensación a la piel y a los sentidos de regreso en el tiempo,
como cuando salía del salón en la primaria, me recargaba en el barandal, aspiraba profundamente, y podía sentir que el invierno ya estaba aquí, en ese momento,
sin poderlo explicar a mi mente venia la imagen de un adorno navideño para lámparas, afuera de un salón,
en una escuela totalmente desierta en la noche, mientras el frío viento soplaba y movía a esta misma, entre otras imágenes.
Así era también para el verano,
cada año coleccionaba miles de sensaciones, de todo tipo,
calor, humedad en el viento, reacciones hacia algo agradable, o desagradable, estresante o triste,así como aromas, cosquillas...
y las almacenaba en mi mente junto con imágenes de ese momento, muy cortas y a veces fantasiosas.

Hoy volví a sentir eso, después de mucho de no haberlo sentido, quizá estuve almacenando sensaciones nuevas,
pero, me puse a pensar, que mi parte nostálgica se había endurecido un poco,

recuerdo cuando vivía en casa de mis abuelos y en verano
desde mi cuarto volteaba a ver el balcón y veía el cielo increíble y hermosamente nublado,
siempre tomaba mi tiempo para ir y sentarme ahí, y ver como esa pintura espectacular, se volvía de un gris parejo sobre el techo de nuestra casa, y empezaba a llover,
muchas veces después de que esto sucedía, tomaba mi bici y salía de casa, a dar vueltas a la cuadra solamente porque sí,o veces me ponía a pintar mientras llovía, era el mejor momento,
de la misma manera disfrutaba cuando se iba la luz, entre el atardecer y la noche, cuando todo se ponía oscuro,
me gustaba salir a caminar a ver si en la oscuridad podía encontrarme algo interesante por ahí,
quizá en ese entonces buscaba mucho a gente que hiciera lo mismo que yo, para poder compartirlo.
Esas noches solía terminarlas, en mi cuarto a la luz de una vela mientras me asomaba por el balcón y dibujaba o escribía cualquier cosa que se me ocurriese, me daba como un sentimiento especial, vivir en una torre, a la luz de la vela escribiendo e ilustrando en la soledad.
Ahora que vivo en otro lado simplemente ya no lo hago, no se porque,
aún quiero hacerlo, pero simplemente, no lo hago,

es diferente, es un lugar diferente,
quizá sea sólo un excusa o no se, pero aquí no me dan ganas de nada, por eso empecé a salir hasta llegar más lejos, sin embargo regreso a estar acá, así no es lo mismo, y ni parecido, hoy descubrí que me siento triste por dentro, desde eso, extraño mi lugar, ahí donde realmente lo era, donde podía durar días sin bajar, porque si quería salir, solamente tenia que ir a la azotea y tirarme a ver el cielo durante horas, o a ver las azoteas de los vecinos,
los caminos que formaba, y arrastrarme entre estas (para que no me vieran), eran como las otras calles,
necesito ese lugar, donde puedo ver el cielo y la calles y muchas otras cosas.


Ahora si bien, vivimos solos (mi hermana y yo), sin nadie que nos obligue a hacer o pagar lo que no queramos,
pero ¿a que costo?, creo que al de mi inspiración y un poco de creatividad, yo supe que el cambio no seria tan bueno, yo no me siento de aquí,

ni de ningún lado

finalizo esto con un nudo en mi garganta, es extraño...