jueves, 19 de julio de 2007

[Escrito Existencialista # 1]




Siempre he tenido la idea, acerca de la ciudad de Guadalajara en tiempo de lluvias,
desde mi punto de vista es cuando más bella se ve,
digo, siendo que la belleza es subjetiva,
a mi es cuando más me agrada, en esta época soy más feliz,
claro, tomando en cuenta que cumplo años y años de lo mismo una y otra vez,
he pensado,
“¿será normal, que cada día que me levanto, no encuentro motivo para hacerlo?”
el ver la belleza de la ciudad solo no tiene ese algo,
que creo que me falta, que siempre creí no necesitar,
sin embargo, el estar y no, el no ser nada significativo,
ni siquiera para mi, me ha abierto los ojos a lo mediocre que es mi vida.
El quitarse esa armadura de hierro,
que dura tanto tiempo en caer,
para después darte cuenta que has sido engañado,
y te sientes como plato ni siquiera de segunda o tercera mesa,
como un objeto, como alguien que fracasó y siempre fracasa.
Cuando ya nada alrededor te hace feliz,
ni siquiera las fiestas más prendidas,
los amigos más divertidos,
y olvidas todo y a todos y ya no quieres nada más,
nada.
En ese momento te percatas de que has caído,
estas atrapado, enredado, capturado, y lo peor de todo,
es que estas solo, solo, solo…
y a su vez, no lo estas, hay mucha gente a tu alrededor,
pero has cambiado tu sistema para responderle a aquella persona que ha perdido el interés,
que ni siquiera te esperó, aquella que ni siquiera te busca,
pero tu sí tienes que buscar, sin la certeza de nada, sin señales, sin nada, nada, entonces todo se va a la mierda, todo, y te sientes así, como yo, como basura.

Odio los escritos existencialistas, pero ayudan de vez en cuando.



martes, 3 de julio de 2007

[Blogger]

Cuando yo era niño, recuerdo que tenía una bitácora,
un puñado de hojas en un recopilador donde tenía la idea
de escribir todo aquello que realizaba durante el día,
después, me di cuenta que más que eso,
podía escribir todos aquellos pensamientos que atravesaran
mi cabeza durante este mismo, nunca me imagine lo importante que era eso,
ahora, aún conservo algunas de esas hojas que escribí
durante mis primeros años de preadolescencia, al leerlas
me doy cuenta de muchas cosas que pensaba y que no estaban en lo correcto,
pero sin embargo, tenía mucho odio y ese era el punto,
sacaba y expresaba de manera escrita todo sentimiento incomodo
que necesitara eliminar de mi sistema,
hojas y hojas de reclamos, a personas, principalmente amigos, que nunca leerían,
quizá pensaba que cuando muriera leerían todo aquello que escribí,
y cuando era un pequeño ingenuo tenía la idea de que eso sucediera pronto,
nunca busque llamar la atención de esa manera,
prefería de alguna forma guardarme todo eso,
escribirlo y hacer como si nada pasara.

Ahora, me doy cuenta, de que era yo quien nunca supo tener amigos,
como tratarlos y esperaba mucho a cambio,
es bello escribir, justo hoy, mientras trapeaba el suelo de mi casa,
tenía la cabeza llena de pensamientos inspiradores que me gustaría plasmar de manera escrita.
Cuando deje de escribir, me preguntaba, ¿quien diablos leerá lo que escribo? ¿de qué sirve hacerlo?
entonces, me he dado cuenta, qué más que eso, es el hecho de hacerlo sin importar que suceda,
quizá cuando pasen los años, me vuelva a topar con aquel escrito con el cual viajare en el tiempo una vez más.